A moverse juntos.

Para aquellos que no lo sabían hacer actividades en familia donde se involucre cierta medida de movilidad es una de las mejores formas de fortalecer el vínculo con los hijos.

Durante estas actividades llega un punto en que las inhibiciones son dejadas de lado y las risas y la complicidad hacen equipo lo que ayuda a relajarnos y ser más abiertos a dar y recibir afecto, en esa medida la tan necesaria comunicación fluye más fácil y no son necesarias las conversaciones maratónicas donde, seamos realistas, no se conversa mucho ya que solo los padres hablan. No está de más decir que para los estresados padres es una forma de descargar todo el agotamiento del día o la semana. El ritmo de vida que llevamos la mayoría actualmente nos deja sin tiempo y sin fuerzas, pero estos momentos en familia son sumamente importantes y necesarios. Los resultados pagan con creces el tiempo invertido en planificar las demás actividades para sacar aunque sea el tiempo justo para estos perdurables ratos de alegría.

Algunas de las actividades que pueden hacer en familia:

• Montar bicicleta: Casi todos los niños piden una en algún momento de sus vidas así que si papi y mami pueden hacerse de un par para ellos ya está completo el equipo para salir a pedalear un rato. Esta actividad es genial ya que haces ejercicio, te relajas, disfrutas de tus hijos, y dependiendo a donde vayan a montar puedes disfrutar de un paisaje diferente y hasta hermoso. Si no tienen bicis no es excusa hay en muchos lugares que te las alquilan por unas horas y por lo general los paisajes en esas zonas son bellísimos.
• Volar chichiguas o cometas: Si, aunque no lo creas todavía se usa y da cierta dosis de realización el ver como lograste elevar la cometa. A los niños les encanta esta actividad y es perfecta para compartir con los padres ya que estarán necesitando apoyo para poder elevarla lo más alto que sea posible.
• Subir a la montaña rusa: a muchos les dará miedo, pero créeme hacerlo en equipo te da confianza, y gritar a todo pulmón te relaja bastante.
• Visitar un simulador 3D: Aunque no involucra en teoría mucho movimiento, la sensación suele ser tan real que en serio creerán que están volando un avión o en medio de una película de terror.
• Patinar: si no saben es el momento perfecto de aprender juntos, tropezar, caer y volverse a levantar deja muchas historias graciosas que compartir.
• Noche de películas en casa: pongo noche, pero puede ser tarde o mañana y en casa porque no es lo mismo ir al cine. Los niños son muy ocurrentes y en casa se sienten más cómodos si acaso se les ocurre imitar a uno de los personajes de la película o devolver una escena que no entendieron o les dio mucha risa. Si hay una coreografía hasta la bailan, en el cine no harán eso.

Seguro sabes de más actividades posibles de hacer con tus hijos, déjame saber cuáles en los comentarios.